Cómo declarar impuestos en España
El pago de impuestos en España es obligatorio para todo el mundo, tanto ciudadanos como empresas. España es uno de los países de la Unión Europea con los impuestos más altos.
Tipos de impuestos en España
En todos los países la estructura de los impuestos en España puede cambiar de año en año y sufrir ajustes. En nuestro país el Sistema Tributario se compone de dos tipos de impuestos.
Impuestos directos
Estos son los tributos sobre la renta de los particulares y sobre los beneficios de las sociedades. En este primer grupo destacan:
- El Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF)
- Impuesto sobre Sociedades (IS)
- Sobre el Patrimonio
- Impuesto sobre la Renta de No Residentes
- Por último, el Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones
Impuestos indirectos
Son tributos aplicados a las operaciones de producción y consumo. Los principales y más importantes impuestos indirectos son:
- Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA)
- Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados (ITPAJD)
- Impuestos Especiales
- Impuesto sobre las Primas de Seguros
¿Quién declara?
Toda persona que tenga cualquier tipo de ingresos en España, ya sea un empleado o tenga una empresa por su propia cuenta, este jubilado o en paro, residente o no en nuestro país, debe presentar una declaración de los impuestos.
Aquellos empleados que ganen menos del límite que está establecido, no necesitarán declarar. Este caso es la única excepción. Aún así se debe mantener un registro detallado de todos los ingresos. Lo más adecuado es con la ayuda de un asesor financiero, comprobar que no hay que declarar para asegurarnos.
Por el contrario como ya hemos dicho, si sus ingresos superan estos límites, es obligatorio hacer la declaración de impuestos en España.
¿Para qué sirven?
Como en la mayoría de países que tienen una economía desarollada, España sostiene un sistema de bienestar y de servicios sociales gracias al cobro de impuestos.
Son numerosos los programas sociales de los que gozan residentes y ciudadanos españoles. Estos son pagados por los contribuyentes a través de los impuestos. El sistema tributario en España paga por la salud, la educación, la ayuda social a las personas de bajos ingresos, el paro para las personas desempleadas, el sistema de pensiones de jubilados, y en general la gran parte de los servicios públicos.
El cambio de los impuestos en España
Cuando empezó la crisis en nuestro país los impuestos comenzaron a aumentar. Hasta 2010 España era uno de los países europeos con tipos impositivos más bajos.
Alemania, Francia o el Reino Unido, que históricamente tenían estructuras impositivas más elevadas, en la actualidad, pagan en conjunto, menos impuestos que nosotros. Según datos de la Comisión Europea, sólo Irlanda, Grecia y Portugal recaudan menos impuestos que España.
El sistema tributario español aplica unos principios universales los cuales se resumen en que:
- Todos los ciudadanos son iguales a la hora de pagar los tributos
- La contribución de cada individuo depende su capacidad económica
- Cuanta más riqueza posea un apersona, mayor contribución fiscal se le exigirá
- La tributación no puede ser superior a la renta o patrimonio gravado
- Sólo el Estado tiene poder para establecer los tributos, mediante ley
¿Cómo se hace la declaración?
Otro año más llega para cumplir con Hacienda. Este trámite dependiendo de las personas puede resultar sencillo o complejo. Todo depende de cómo haya sido el año anterior en el ámbito económico. Los factores que pueden influir, si se ha tenido uno o varios pagadores, si ha adquirido una casa o un coche o si realiza la declaración conjunta por motivos familiares.
Desde el año pasado pudimos disfrutar de la novedad de la plataforma online «Renta Web», que permite realizarlo de manera online siendo operativa para todos los contribuyentes.
Formas de realizarla
Por este motivo antes de realizarla es conveniente conocer todas las pautas y alternativas que pueden ayudar a escoger el método más conveniente para realizar todo el proceso.
En primer lugar, podemos optar por realizarlo a través del modo clásico de ejecución, la Agencia Tributaria (AEAT). Está seguirá remitiendo al domicilio de los contribuyentes una propuesta de declaración en formato papel.
Se puede optar por realizar la declaración de la renta a través de los servicios de cita previa. Para ello debe informarse antes de qué documentos debe llevar el día que acuda a la cita. Además deberá informarse del día que arranca el plazo para pedir cita previa.
La vía telefónica también será óptima para realizar la confirmación oficial del borrador. Esta es una de las alternativas más usadas, ya que es muy rápida y facilita el desplazamiento a muchas personas. Con esta llamada los usuarios deben aportar su número de identificación fiscal (NIF) y su número de referencia.
Si se opta por el borrador, éste se puede solicitar a través de Internet o bien a través del correo ordinario. Siempre y cuando en la anterior declaración se marcase la casilla adecuada. Los contribuyentes en este caso podrán recibirlo siempre que sus rentas procedan de los rendimientos del trabajo (incluidas las pensiones), pero no en caso de rendimientos de actividades económicas.