La Planificación empresarial más eficiente
La Planificación empresarial consiste en la elaboración de un plan a partir de un análisis exhaustivo de la situación de la empresa y de su entorno, en función del cual se establecerán los objetivos y las estrategias más apropiadas para alcanzar el éxito.
¿Qué es la Planificación empresarial?
La Planificación empresarial realiza una proyección de la vida de la empresa en un futuro. Teniendo siempre en cuenta el entorno social y económico que la rodea. Igual que sucede en el ámbito de los proyectos, esta preparación previa a la ejecución, el análisis y estructuración que precede a la toma de acción es vital para minimizar el riesgo y apuntar hacia el éxito.
Para conseguir una buena Planificación empresarial, ponte en manos de expertos profesionales. Por eso en Control Empresarial contamos con un equipo preparado para tí.
Plan para desarrollar en una empresa
Quien se encarga de llevar a cabo la planificación empresarial debe saber que, de su esfuerzo, ha de obtenerse conocimiento documentado acerca de:
1. Hacia dónde se va a avanzar.
Cuál es el objetivo y qué es lo que se pretende conseguir. Por eso la finalidad de la Planificación empresarial es conseguir las metas que la empresa se había propuesto.
2. Qué acciones se emprenderán para lograrlo.
Para conseguir el objetivo hay que ver que posibilidades hay para conseguirlo.
3. De qué medios se dispone para garantizar la viabilidad del plan.
Es necesario saber la economía de la que dispone la empresa. Gracias a ella podremos hacer unas cosas u otras.
Esta planificación empresarial, además de apoyarse en datos de calidad y actualizados y ser fruto del consenso, nunca una decisión unilateral; debe apoyarse en una estrategia bien definida. Para realizar una Planificación empresarial eficiente es necesario hacerse algunas preguntas:
- ¿De qué plazo se dispone para llevar a la práctica el plan y en cuánto tiempo se deberían comenzar a ver los primeros resultados?
- ¿Ante quién se debe responder con esta planificación empresarial?
- ¿Cuál es el principal objetivo detrás del plan de negocios?
La respuesta a estas preguntas mejorará la capacidad de concretar la planificación empresarial. Para que la puesta en práctica salga como se esperaba, debemos tener claros algunos aspectos:
1. Metas y objetivos: traducir la visión en palabras, hacer un lista de prioridades e, incluso, elaborar un checklist que ayude a no olvidarse de ningún punto importante son formas de mejorar este aspecto tan importante para la planificación empresarial.
2. Necesidades financieras: dependerán de si el plan se ha elaborado con vistas en el corto o largo plazo y, por supuesto de los recursos, medios y herramientas que sean necesarios para llevarlo a cabo.
3. Marketing: hay que buscar patrocinadores y lograr el apoyo de la Alta Dirección.
Etapas del proceso
Todo proceso de planificación determina ocho etapas:
- Diagnóstico de la situación: en primer lugar, deberemos llevar a cabo un exhaustivo análisis interno de la empresa. También uno externo de su entorno para diagnosticar la situación actual en la que se encuentra.
- Fijación de objetivos: para empezar deberemos determinar tanto los objetivos principales como los secundarios y cuantificarlos. Los objetivos deben ser coherentes, medibles en el tiempo, alcanzables, aceptados por todos los implicados, flexibles a cambios del entorno, jerarquizados y fáciles de comprender.
- Establecimiento de premisas: establecer una serie de suposiciones lógicas sobre la situación de la empresa, tanto a nivel interno como externo. Se trata de hacer una previsión sobre lo que ocurrirá con aquellas variables no controlables por la empresa y, que de alguna forma, pueden afectar a la consecución de los objetivos. Por eso la finalidad es tener preparadas todas las alternativas posibles.
- Determinación de líneas de acción: deberemos pensar también en las estrategias. Determinaremos las vías de actuación principales y alternativas que consideremos óptimas para alcanzar los objetivos fijados.
- Evaluación de las líneas de acción: deberemos analizar las fortalezas y las debilidades de cada una de las estrategias identificadas para saber con qué contamos y qué debemos tener en cuenta.
- Elección de una línea de acción: deberemos elegir el conjunto de estrategias y alternativas. Estas nos tienen que proporcionar mayores garantías de éxito.
- Elaboración de planes derivados: deberemos desarrollar una serie de planes anexos que sustenten el plan general y que además regulen las diferentes acciones por grupos de actividad.
- Presupuesto: Por último, deberemos cuantificar el plan en unidades monetarias.